Y enseña a la gente a ser amorosa y amable. Proverbios 31:26b (PDT)

Es curioso pensar que todo empezó con una persona desconocida.

Presionada por el tiempo y ya sintiéndome ansiosa, de alguna manera me las arreglé para que me tocara la fila más lenta en el supermercado. Claramente, la cajera estaba teniendo un mal día y ni siquiera trató de ocultarlo.

Sentí esa profunda molestia elevándose dentro de mí.

Pero entonces recordé: Amabilidad, Lisa. Debes mostrarle bondad. No tienes idea de cuál sea su historia y a lo mejor tú podrías ser la única luz de la gracia cristiana que ella verá hoy.

Afortunadamente, en el momento en que me tocó pagar, tomé control de mi actitud y logré saludar a la joven calurosamente. Ella murmuró algo acerca de cómo "todo le iba mal", y alegremente le dije que no se preocupara, ¡nos pasa a todos!

Su mirada de sorpresa me dijo que esperaba una respuesta diferente.

Y ese hubiera sido el final de esa pequeña historia.

Excepto por una cosa.

Cuando regresé a casa esa tarde en este día bastante estresante, recibí una llamada telefónica de mi esposo para decir que se estaba retrasando. Había ocurrido "una cosa después de la otra", y él se iba a perder nuestra cita.

Una vez más, sentí una profunda molestia que se elevaba dentro de mí.

¿Cómo pudo hacerme esto? Cuando yo había corrido como una loca, haciendo mis mandados para poder estar en casa a tiempo para esto. Y ahora, todo ese esfuerzo para nada.

Profunda, profunda molestia.

Y entonces recordé: Y enseña a la gente a ser amorosa y amable (Proverbios 31:26b).

El sabor que tenía en mi lengua era cualquier cosa menos amabilidad. ¡Cómo quería renegar verbalmente para asegurarme de que entendiera lo mucho que había estropeado mis planes para la noche!

Pensé cómo hacía unas horas antes había elegido comportarme completamente diferente con una completa extraña en el supermercado.

Para ella, decidí ser paciente, comprensiva y espero hasta gentil.

La sorprendí con una palabra amable.

¿Por qué debería ser diferente con el hombre a quien había comprometido amar?

Ah. Convicción.

Me quedé en silencio durante tanto tiempo por teléfono que finalmente me preguntó si todavía estaba en la línea.

Respiré profundamente y respondí suave y comprensivamente — en lugar de usar los comentarios cortos, resentidos que previamente tenía en la punta de mi lengua.

Lo sorprendí con amabilidad.

Ahora, hermana, ¿no te parece interesante y francamente condenador, que podamos encontrar en nuestros corazones el poder demostrar la gracia cristiana a nuestros amigos, nuestros vecinos o incluso para una persona desconocida... pero que se nos dificulte ofrecer la misma compasión a nuestros propios esposos?

Tal vez pensamos, Oh, él puede soportarlo. O sólo tengo que ser yo misma. O justificarlo con, no es como si yo fuera perfecta. Entiendo. He pensado lo mismo.

Pero ¿qué vamos a hacer con esos versículos bíblicos como Efesios 4:32 que nos instruyen a ser amables el uno con el otro? ¿A ser tiernos? No sólo están destinados a la gente "allá afuera" sino también para la gente cercana a nosotras.

Empezando por el que está a tu lado.

Así que pidamos al Señor que nos ayude a ser amables con nuestros esposos, con las palabras que hablamos, el tono que usamos y las acciones que tomamos.

Anda, sorpréndelo con tu amabilidad.

Porque, después de todo, el amor es amable.

Querido Padre celestial, confieso que no siempre soy tan amable como me gustaría ser. Por favor perdóname, Señor, y ayúdame a mostrar más bondad a este hombre con el que me he casado. Quiero ser paciente y compasiva con él, al igual que Tú has sido tan increíblemente amable conmigo. En el Nombre de Jesús, Amén.

VERDAD PARA HOY

Efesios 4:32, Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. (RVR 1960)

1 Corintios 13:4a, El amor tiene paciencia y es bondadoso. (RVA-2015)

 

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¿Te describirías a ti misma como una esposa amable? ¿Puedes pensar en algunas maneras específicas en que podrías ser más amable con tu marido? ¡Comparte tus pensamientos e ideas en los comentarios a continuación!

© 2020 por Lisa Jacobson. Derechos reservados.

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