Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos). Juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús. Efesios 2:4-6 (RVR1995)
Cuando se trata del arte de hacer excusas, parece que los niños pequeños tienen el monopolio de esta habilidad. Simplemente pasa una tarde en mi casa y escucharás una cantidad de excusas:
¡Pero él empezó!
¡Pero ella me golpeó primero!
Sí, ¡pero me obligaron a hacerlo!
Y para que no empiece a pensar que esta habilidad aplica solo a mis hijos, la experta que hace excusas dentro de mí habla con numerosos ejemplos de todas las excusas que he hecho a lo largo de los años:
Me encantaría hacer ejercicio por la mañana, pero no puedo levantarme tan temprano.
Me encantaría pasar más tiempo estudiando la Biblia, pero no tengo tiempo.
Me encantaría conectarme con otras personas de una manera más profunda, pero me cuesta confiar lo suficiente para abrirme.
¿Te identificas? Quizás compartas mi desconfianza hacia la gente y mi amor por el botón de repetición de la alarma.
También, existen las excusas que se acercan un poco más a nuestras almas. Algunas como, desearía poder perdonarla, pero no puedo superar el sentimiento de que la estoy liberando de toda culpa. O bien, me gustaría priorizar más a mi familia, pero no puedo ausentarme de mi trabajo. O probablemente debería terminar con él, pero tengo demasiado miedo de estar sola.
Somos tan expertas en hacer excusas, pero me pregunto qué pasaría si empezáramos a utilizar una excusa diferente – una que invite a Dios en nuestros miedos, dudas y luchas.
Y el versículo clave de hoy apunta a tal método. En Efesios 2:4–6, el apóstol Pablo escribe:
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun pestando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos). Juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús (Efesios 2:4-6,RVR1995).
Servimos a un Dios que está tan enamorado de nosotras, que estuvo dispuesto a sacrificarse para salvarnos – mucho antes de que nuestros corazones que aman tanto a las excusas se rindieran a Él. Y debido a Su increíble sacrificio, ahora tenemos el poder de Su resurrección viviendo en nosotras. ¡Este poder hace un camino a través de cualquier barrera o prueba que enfrentamos!
En Él, encontramos todo lo que podríamos necesitar para sobrevivir y prosperar en las situaciones que enfrentamos. A nuestro enemigo le encanta lanzarnos excusas, porque nos hace sentir impotentes y ciegas al poder increíble que tenemos en nuestro Salvador.
Querida amiga, somos cualquier cosa menos indefensas en nuestros pecados y luchas, porque no hay nada demasiado grande, demasiado fuerte, demasiado confuso o demasiado difícil para Él. Cuando atamos nuestra identidad, seguridad y esperanza a todo lo que tenemos y somos en Él, podemos voltear nuestras excusas al revés y ver nuestras pruebas a través del lente del poder de Dios.
¿Ese matrimonio en que estás? ¿El que se siente demasiado difícil de manejar?
Sí, pero Dios puede redimir y restaurar todas las cosas, incluso las cosas quebrantadas.
¿Esa gran decisión que tienes que tomar, la que te paraliza del miedo?
Sí, pero Dios es fiel para iluminar el próximo paso del camino.
¿El sentimiento de soledad que te corroe y que amenaza con hundirte al fondo de un pozo oscuro?
Sí, pero Dios nunca te dejará ni te abandonará. Su amor firme nunca te falla.
No importa la lucha pendiente o la montaña que se vislumbra, tú y yo podemos valientemente hacer una excusa para hacer lo correcto.
Pero Dios ... ¡la única excusa que necesitamos para caminar con alegría y esperanza hoy!
Padre Celestial, gracias porque no importa cuales luchas o angustias enfrentemos, tenemos Tu poder de resurrección dentro de nosotras. Ayúdanos a confiar en Tus planes buenos en medio de nuestras circunstancias difíciles. En el Nombre de Jesús, Amén.
VERDAD PARA HOY
Colosenses 2:12, Con él fuisteis sepultados en el bautismo, y en él fuisteis también resucitados por la fe en el poder de Dios que lo levantó de los muertos. (RVR1995)
2 Pedro 1:3, Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda. (NVI)
REFLEXIONA Y RESPONDE
¿En qué área de tu vida es más probable que hagas una excusa? ¿Cómo se vería invitar al poder divino de Cristo a esa área hoy? ¡Queremos escuchar de ti!
© 2020 por Meredith Houston Carr. Todos los derechos reservados.
Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.