…Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque éste es. Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David… 1 Samuel 16:12b-13b (RVR1960)
¿Alguna vez has sentido que fuiste elegida por defecto?
Claro, conseguiste el trabajo, el ascenso o la oportunidad, pero ¿fue porque realmente querían que lo tuvieras? ¿O porque la persona que eligieron no podía o no quería aceptarlo?
Sí, es tuyo... pero parece poco merecido.
Ahí me encontraba, así que le comenté la situación a mi hermana Binu. Le dije que era difícil asumir mi papel cuando sentía que no me querían allí, para empezar. Reconocí que me sentía como si yo estuviera ahí por defecto.
Su respuesta fue inmediata. «Yo no lo veo así en lo absoluto». Ella siguió: «Veo que el hombre no te escogió para hacerlo, pero Dios sí». Procedió a recordarme la historia de David.
Su perspectiva cambió todo para mí.
Cuando Dios quiso un nuevo rey para Israel, envió al profeta Samuel a Belén (ésa no sería la última vez que un rey vendría de allí). Cuando los ancianos del pueblo lo vieron venir, se preocuparon. Una visita del profeta de Dios significaba que Dios estaba tramando algo.
Tomando eso en cuenta, el hecho que Samuel se apareciera en la casa de Isaí debe haber sido algo importante. Samuel incluso invitó a Isaí y sus hijos a participar en un sacrificio a Dios. Sin embargo, Isaí no incluyó a su hijo menor, David, que trabajaba como pastor en el campo.
Entonces, Samuel comenzó el proceso de selección para el sucesor del rey Saúl. Le echó un vistazo a Eliab y dijo, De cierto delante de Jehová está su ungido 1 Samuel 16:6b, (RVR1960).
Samuel estaba equivocado.
Isaí hizo desfilar a siete de sus hijos frente a Samuel. Asumió que uno de ellos sería el rey elegido por Dios para Israel.
Isaí estaba equivocado.
Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí (1 Samuel 16:11, RVR1960).
Si Samuel no hubiera preguntado, ¿habría Isaí incluido a David? Incluso cuando Isaí menciona a David, no envió por él.
Samuel también tuvo que sugirirlo.
Me pregunto qué habrá pensado David al enterarse de lo que había sucedido antes de que él llegara... el hecho de que fue un último recurso. Probablemente se sintió como que fue elegido por defecto.
Pero se habría equivocado al pensar de esa manera.
Mientras Saúl aún estaba en el trono, Dios eligió a David.
Mientras él aún estaba en el campo, Dios eligió a David.
Aunque él no aparentaba el rol, Dios eligió a David.
Aunque nadie se lo esperaba, Dios eligió a David.
David podría haber asumido su papel como rey con la mentalidad de que el hombre no creía que debía estar allí. O podría elegir creer y ver que Dios sí lo hizo. La historia nos muestra que David se convirtió en el rey más grande de Israel.
Así que, tal vez no fui la primera opción, pero ahora elijo verme como la elegida... tal vez no elegida por humanos, sino por Dios.
Viéndolo desde esa perspectiva, no está mal ser elegida por defecto.
Querido Padre celestial, gracias por elegirme para ser Tu hija. Por eso, puedo caminar con valentía sabiendo que Tú has ordenado mis pasos. Mi confianza no se basa en la aprobación humana, sino sólo en la Tuya. Recibe toda la gloria en mi vida. En el Nombre de Jesús, Amén.
Verdad para hoy
1 Samuel 16:7, Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. RVR1960
1 Corinthians 1:25, Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. RVR1960
Recursos Adicionales
Para más recordatorios de tu identidad en Cristo y de que Dios te ha elegido, consulta los siguientes devocionales:
Yo no creo ser suficiente por Lysa TerKeurst
No puedes elegir mi nombre por Alicia Bruxvoort
Quien Dios dice que eres por Nancy Beach
Reflexiona y responde
¿Has descartado a alguien por su apariencia? Pídele a Dios que te ayude a ver a esa persona como Él la ve.
¿Cómo puedes asumir las tareas que Dios te ha encomendado con confianza y humildad? ¡Comparte tus pensamientos en la sección de comentarios!
© 2020 por Anitha Abraham. Derechos reservados.
Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.