Devocionales

Luchando con la ansiedad cuando la vida es incierta

Kia Stephens 25 de enero de 2021
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Filipenses 4:6 (NVI)

Nota de la editora: Sabemos que muchas personas sufren de ansiedad como condición de salud/desbalance químico, lo cual debe tratarse con ayuda profesional y medicamentos. Este devocional no pretende simplificar la solución a un problema más complejo.

Durante semanas, no podía dormir en toda la noche.

Iba a la cama, me despertaba a las 3 de la mañana, y miraba al techo.

Intenté contar ovejas.

Intenté leer mi Biblia.

Intenté orar.

Nada funcionó.

Cada noche el insomnio era otra réplica de la noche anterior.

Comencé a buscar la causa de mi comportamiento. Esto me llevó por un camino familiar; como la grieta en una pared, descubrí que mis noches de insomnio eran producto de un problema mayor.

Inició con las circunstancias rápidas y cambiantes de nuestro mundo, se fue agravando por situaciones en mi vida y las de mis seres queridos. Poco a poco comencé con los implacables "qué pasaría si", hasta hundirme en completa preocupación.

¿Qué pasará si las cosas no funcionan?

¿Y si pasa lo peor?

¿Y si la situación nunca cambia?

Quería darle un final feliz a cada circunstancia difícil, pero lo que veía estaba fuera de mi control. El resultado de estos problemas del tamaño de un mamut dependía de Dios solamente. Aquí es donde luchaba, agonizando constantemente acerca de circunstancias que no podía cambiar.

Entonces abrí la puerta de mi corazón lo suficiente como para que la ansiedad entrara y se sintiera cómoda. Mi incapacidad para dormir toda la noche estaba directamente relacionada con mis pensamientos ansiosos.

Esto es exactamente lo que el apóstol Pablo nos ordenó que no hiciéramos en Filipenses 4:6, “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias”.

En griego, la palabra "ansioso" significa "distraído", lo que ilustra aún más el poder de pensamientos ansiosos. La ansiedad aumenta nuestros problemas y minimiza nuestra visión de Dios. Nos impide ver Su poder y Su soberanía en medio de nuestras circunstancias.

Pablo, quien tenía muchas cosas por las que preocuparse, básicamente estaba agitando una bandera de advertencia, porque sabía que la ansiedad puede llevarnos por un camino peligroso que nos conduce al miedo, la duda y la desesperación. Cuando estamos ansiosas, nuestra mente está monopolizada por la preocupación, en lugar de estar consumida por Dios y por lo que Él puede hacer.

Pablo nos dice que la forma de combatir la ansiedad es primero elegir conscientemente el no estar ansiosas. Esto es más fácil decirlo que hacerlo. Requiere que enfrentemos cada circunstancia incontrolable y su posible resultado con la confianza de que Dios sabe lo que está haciendo. Aquí nos vemos obligadas no solo a leer las Escrituras, sino a anclarnos en ellas. Esto significa que tengo la opción de creer que Dios es soberano y siempre tiene un plan, incluso si el resultado no es lo que deseo.

Lo siguiente que Pablo dice que debemos hacer es orar, pedir y agradecer a Dios por las cosas por las que estamos ansiosas. Aunque recurrí a la oración, mis oraciones simplemente fueron palabras de preocupación. Después de presentar mi petición a Dios en oración, mis temores continuaron pesando en mi mente y en mi corazón. El tipo de oración, petición y agradecimiento al que se refiere Pablo implica entregar nuestra voluntad totalmente a Dios.

Creo que Dios quiere que pidamos lo que deseamos mientras confiamos en que Él finalmente sabe lo que es mejor. Pablo pudo orar en agradecimiento porque aprendió a entregarse a la voluntad perfecta de Dios sobre sus deseos.

Cuando elegimos hacer esto, podemos experimentar la paz que Pablo describe en Filipenses 4:7, “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús” (NVI).

Al orar, pedir y agradecer a Dios, podemos cerrar la puerta a la ansiedad y abrir la puerta a la paz. Esta paz nos permite enfocarnos en Dios en lugar de preocuparnos por el futuro. Al elegir no estar ansiosas, descubrimos una paz que no depende de resultados controlados, pero viene del Dios que controla todas las cosas.

Esta es la paz que estoy aprendiendo a abrazar intencionalmente. Aunque el mundo, las circunstancias a mi alrededor y las vidas de mis seres queridos no cambien, estoy aprendiendo a entregar a Dios lo que no puedo controlar, enfrentar mis "qué pasaría si", y dormir toda la noche.

Querido Dios, cuando estoy abrumada por cosas que no puedo controlar, ayúdame a depositar mi confianza en Ti. Recuérdame que eres soberano y tienes el control de todas las cosas. Ayúdame a creer que Tus caminos son buenos y que tienes un plan, incluso si no es el resultado que deseo. En el Nombre de Jesús, Amén.

Verdad para hoy

Mateo 6:34, Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas. (NVI)

Recursos Adicionales

La ansiedad está en su punto más alto, pero hay una receta para lidiar con ella. En su libro, Ansiosos por Nada, Max Lucado invita a los lectores a un estudio de Filipenses 4:6-7, donde el apóstol Pablo amonesta a los seguidores de Cristo: “No se inquieten por nada…” ¡Obtén más información y compra tu copia aquí!

Conectate

Servimos a un Dios que sabe exactamente a lo que nos enfrentamos hoy y no es sorprendido por nuestras circunstancias. Alabar no es solo cantar... también es recordar. En medio de todo esto, queremos ofrecerte algunas formas prácticas de recordar quién es Dios y ayudar a mantenerte conectada con la Verdad que solo se encuentra en Su Palabra.

“De la preocupación a la alabanza” es un devocional de siete días que te ayudará a:

 • Encontrar paz cuando te sientas tentada al pánico.

 • Luchar contra el miedo cuando arrastra tu corazón hacia los peores escenarios.

 • Practicar el confiar en Dios ante circunstancias inciertas.

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Reflexiona y responde

¿En qué área de tu vida estás lidiando con la ansiedad? ¿Cómo podría ser diferente tu vida si rindes tus pensamientos ansiosos a Dios?

Únete a nosotras en los comentarios de hoy y comparte cómo Dios te ha sido fiel en el pasado.

© 2021 por Kia Stephens. Todos los derechos reservados.

Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.

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