En los días de su vida mortal, Jesús ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su reverente sumisión. Aunque era Hijo, mediante el sufrimiento aprendió a obedecer; y, consumada su perfección, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen… Hebreos 5:7-9 (NVI)
¡Nuestra campaña financiera de fin de año está activa ahora!
© 2022 Proverbs 31 Ministries. Todos los derechos reservados. Política de privacidad