Devocionales

El gozo de vivir de Dios y no para Él

Christy Nockels 24 de febrero de 2021
Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará. Hará que tu justicia resplandezca como el alba; tu justa causa, como el sol de mediodía. Salmos 37:5-6 (NVI)

A menudo, la estrategia más cruel de nuestro enemigo en contra de nosotras, las amadas, es mantenernos consumidas por vivir para Dios en lugar de vivir de Dios.

¡Sé que esto es cierto porque lo he vivido! Hubo una época en mi vida en la que a menudo me sentía exhausta de decirle sí a todo, decidida a demostrarle a Dios y a los demás mi valor y devoción. En esta forma de vida, de afuera hacia adentro, arrancaba a toda marcha todas las mañanas. La lista de cosas por hacer tuvo más importancia que las necesidades de mi alma ya que me concentré obstinadamente en hacer todo lo que pensé que debía hacer para Dios e incluso para mí, para que la vida fuera tal como estaba planeada.

Había asumido que no podía darme el lujo de pasar tiempo con Dios, pensando que tenía demasiadas responsabilidades importantes como para estar quieta ante Él. Cuando le apartaba tiempo, lamentablemente, mi prioridad era pedirle que me ayudara  con todo: la maternidad, el cuidado del hogar, el desarrollo profesional. Con una permanente punzada de vergüenza en mi interior, le pedía que me perdonara por no haberle dado más. Sin embargo, no tenía más para dar porque mis propias fuerzas se habían agotado.

No me malinterpretes. Simplemente anhelaba estar quieta. Ansiaba libertad y descanso y la capacidad de poner a mi familia en primer lugar. Pero me sentía atrapada, temerosa de que, si decía que no a algo, podría perderme la Siguiente. Gran. Cosa.

Esta forma de pensar no sólo impuso un ritmo insostenible para mi vida, sino que me mantuvo enfocada en mí misma, tanto que no tuve la capacidad de ver realmente a los que me rodeaban. Por lo general, estaba tan exhausta que valoraba la comunidad principalmente por lo que podía hacer por mí. A falta de una palabra mejor, tenemos la palabra afán, y he aprendido que Dios no siempre interviene de inmediato cuando nos esforzamos a este ritmo. A veces nos da lo que creemos que queremos para que finalmente descubramos lo que verdaderamente necesitamos.

Considerando todo, creo que esta es la forma en que Dios lucha por los lugares en nuestro corazón a los que nos hemos rendido o ¡ni siquiera sabemos que necesitan ser rescatados! En su misericordia, Dios comenzó a mostrarme que mi afán, en realidad, me estaba impidiendo vivir de mi identidad dada por Dios como Su amada. Una identidad que ofrece descanso, que nos impulsa a confiar en Él de todo corazón y a vivir de Su fuerza en lugar de la nuestra.

Vemos este impulso de confianza y descanso en el Salmo 37:5-6, “Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará. Hará que tu justicia resplandezca como el alba; tu justa causa, como el sol de mediodía”. ¡Esta es nuestra invitación a vivir como las amadas de Dios! Esa frase “justa causa” puede significar demostrar. ¡Que hermoso, que a medida que nos rendimos y confiamos en Él, se manifiesta a nuestro favor y hace lo que sólo Él puede hacer en nosotras, a través de nosotras y por nosotras!

Amadas, vivir de Dios nos quita la carga, el estrés y el afán y nos devuelve el gozo de conocer a Dios y amarlo. ¡Este gozo es contagioso! Después de todo, Él dijo que, si le encomendamos todo lo que hacemos, ¡nos ayudará! Si encontramos nuestro gozo en Él, cumplirá nuestros deseos más profundos.

Cuando volvemos a encontrar nuestro valor y gozo en Dios, estaremos disponibles para Él y los demás de una manera que nunca antes habíamos estado. Tomando nuestro lugar como las amadas de Dios, regresamos al centro de todo — Jesús — ¡El que ya ha vencido este mundo en el que estamos tratando tan desesperadamente de sobrevivir!

Padre celestial, estoy muy agradecida de que me hayas invitado a poner mis esperanzas, sueños y responsabilidades en Tus manos. Tú eres fiel. Ayúdame a descansar en Tu fuerza y acércame más a Ti hoy. En el Nombre de Jesús, Amén.

Verdad para hoy

Salmos 55:22, Encomienda al Señor tus afanes, y él te sostendrá; no permitirá que el justo caiga y quede abatido para siempre. (NVI)

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Recursos Adicionales

Con demasiada frecuencia, nuestras prioridades se basan en la creencia de que lo que hacemos define nuestro valor tanto para Dios como para los demás. Christy Nockels también ha estado ahí, y en lugar de vivir con un valor equivocado, quiere ayudarte a vivir de tu verdadera identidad como amada de Dios. Aprende cómo y obtén el contentamiento que anhelas en el nuevo libro de Christy, The Life You Long For. Obtén más información acerca del libro y dónde comprarlo aquí.

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© 2021 por Christy Nockels. Todos los derechos reservados.

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