Cuando Jesús resucitó en la madrugada del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios. Ella fue y avisó a los que habían estado con Él, que estaban lamentándose y llorando. Marcos 16: 9-10 (NVI)
En un susurro tan suave que pensé que lo había imaginado, una amiga me preguntó: «¿Crees que Dios valora a los hombres más que a las mujeres?»
La repartición de jugo y galletas a nuestros pequeñitos impacientes se detuvo repentinamente «¡De ninguna manera! Bueno, no lo creo. ¿Por qué Dios mencionaría mujeres en la Biblia si no las valora?»
Unos meses antes le había pedido al Señor que me enviara amigas que desafiaran mi fe y me impulsaran a ser más como Él. Estaba lista para remover mi manto de satisfacción y fomentar relaciones que me sacaran de mi zona de confort acogedora y cristiana.
Oración respondida.
Más tarde en la noche, después de arropar a mis niñas en la cama y escuchar sus tiernas voces orando a nuestro Padre celestial, recordé la pregunta de mi amiga. No pude evitar revivir la conversación, avergonzada por mi incapacidad para dar una respuesta segura, debido a mi falta de conocimiento bíblico. Entonces esa voz familiar habló a mi corazón: «No vas a encontrar la respuesta en una esquina. Ve a la fuente: la Biblia».
La Biblia está llena de mujeres de todos los ámbitos de la vida a las que se les asignó todo tipo de funciones. Cuanto más leo, más el Espíritu Santo ilumina las Escrituras con esta resonante afirmación: Él valora altamente a las mujeres. En el Antiguo Testamento, la valentía de Rahab salvó el linaje de David, del cual Jesús es descendiente. La bravura de Ester salvó a la nación judía, y la perseverancia y la abnegación de Rut resultó en el nacimiento de Obed, abuelo del Rey David.
El Nuevo Testamento presenta a María, la madre de Jesús, y a Elizabeth, la madre de Juan el Bautista, quien preparó el camino para Jesús. María Magdalena, quien estuvo presente en todo el ministerio terrenal de Jesús, fue la primera en verlo después de Su resurrección, Cuando Jesús resucitó en la madrugada del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios. Ella fue y avisó a los que habían estado con Él, que estaban lamentándose y llorando (Marcos 16:9-10).
Las palabras de nuestro versículo central están resaltadas y subrayadas en mi Biblia; entonces ¿cómo no me había dado cuenta de su significado? Lee Strobel, autor de The Case for Christ, explica por qué Jesús al revelarse primero a una mujer fue un evento tan contracultural: “Durante ese tiempo estaba mal visto, y era incluso vergonzoso, el que las mujeres dieran información. Tanto era así que el creer en la noticia de la resurrección de Cristo podría haber sido comprometedor por la participación de María Magdalena y la ‘otra María’, quienes fueron las primeras en dar las buenas nuevas”.
Entonces, ¿quién era esta mujer y por qué Dios "arriesgaría" el mensaje del evangelio colocándola en la tumba vacía, para luego usarla como portadora de las buenas nuevas? Esta María tuvo un pasado difícil; al profundizar, sería fácil desacreditarla como testigo. Durante su primer encuentro con Jesús, Él la liberó de la posesión demoníaca. (Lucas 8: 1-2) En agradecimiento, ella dedicó su vida a servir y seguir a Cristo. Su nombre es mencionado 12 veces en los evangelios, más que la mayoría de los discípulos.
No te confundas: Dios propuso que María Magdalena desempeñará un papel importante en el ministerio de Jesús. Y a lo largo de la historia, Dios ha utilizado a muchas otras mujeres para construir y promover Su reino.
Dios ama y valora a las mujeres. Él nos creó a su imagen, hombre y mujer. (Génesis 1:27) Su gracia y misericordia se extienden a todos los seres humanos (2 Corintios 5:15). Él no “hace acepción de personas”; no discrimina, ni muestra favoritismos. (Hechos 10:34)
A pesar de las expectativas culturales, de su pasado, de su papel en la vida, o de cómo la habían tratado, Él eligió una mujer para dar la noticia más importante de toda la historia. Dios usa todo tipo de personas para Su gloria … incluso a ti y a mí.
Padre Celestial, gracias por regalar a tus hijas talentos, cargos y responsabilidades. Seamos nosotras siempre buscando continuamente oportunidades para glorificarte y difundir el evangelio en toda circunstancia. Ayúdanos a ser sensibles a la acción del Espíritu Santo en nuestras vidas para guiarnos y dirigirnos a hacer Tu voluntad. En el Nombre de Jesús, Amén.
Verdad para hoy
Romanos 8:28, Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. (NVI)
Recursos Adicionales
La oradora internacional Sharon Jaynes cree que las mujeres tienen un poder increíble en su esfera de influencia con las palabras que pronuncian. Por eso escribió El poder de las palabras de una mujer. Este libro es para toda mujer que desee utilizar sus palabras para construir y levantar en lugar de derribar, alentar en lugar de desanimar, animar en lugar de burlar. Adquiere tu copia aquí.
Conéctate
En Proverbs 31 Ministries, creemos que cuando las mujeres conocen la Verdad y viven la Verdad, todo cambia. Hemos escuchado las voces que piden contenido en español y firmemente creemos que el Señor traerá a las personas correctas a nuestro equipo mientras enseñamos a las mujeres a alinear sus vidas a la Verdad de la Palabra de Dios.
Si tienes interés en ser una voluntaria en nuestro equipo de traducción en español de Proverbs 31 Ministries, por favor llena esta solicitud.
Reflexiona y responde
¿Hay circunstancias en tu vida que te han hecho dudar de que Dios puede usarte para Su gloria? Comprométete a estudiar la Palabra de Dios y pídele que te revele en las Escrituras la verdad específica que necesitas. ¡Conéctate con nosotras en los comentarios!
© 2021 por Laura Bailey. Todos los derechos reservados.
Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.