Busqué al SEÑOR, y él me respondió; me libró de todos mis temores. Salmo 34:4 (NVI)
Varios años antes de la pandemia mundial, caminaba de un lado a otro en una terminal de aeropuerto. Mi miedo a las alturas me dominaba y estaba afectando una experiencia que realmente quería disfrutar.
Mientras estaba sentada frente a mi mejor amiga esperando para abordar el avión, sentí como si algo fuera a pasar. Comenzó a surgir aparentemente de la nada, provocando una sensación de pánico y haciendo que mi cuerpo reaccionara a esta ilusión de peligro.
Mi corazón y mi respiración se aceleraban y simplemente no podía quedarme quieta. Le dije a mi compañera de viaje que regresaría y comencé a caminar de lado a lado a lo largo del pasillo, tratando de recuperar el control sobre lo que estaba sintiendo.
Anteriormente, usaba este miedo a las alturas como una insignia de honor. Algo con lo que de niña decidí alinearme y llevar conmigo, simplemente porque escuché a un ser querido decir que este era su mayor temor. En mi ingenuidad, pensé que llevar esta carga con ellos era un gesto entrañable. Mi inocente deseo de mostrar cuánto los quería, me llevó a creer que yo también podía compartir ese miedo.
Pero en ese momento, deseaba desesperadamente la libertad, ya no quería que lo que estaba imaginando me controlara. Anhelaba experimentar la Verdad que se encuentra en la Palabra de Dios.
Lo había adoptado voluntariamente y me había aferrado a este miedo a las alturas durante tanto tiempo que necesitaba ayuda para dejarlo ir. Y solo experimenté la libertad después de hacer lo que encontramos en el Salmo 34:4, “Busqué al SEÑOR, y él me respondió; me libró de todos mis temores”.
Mientras caminaba, repetí varios versículos. 2 Timoteo 1:7 (NVI) me recordó, “Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio”.
Filipenses 4:6-7 (NVI) también fluyó de mis labios: “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”.
Después de un tiempo, se desaceleraron tanto el paso al que caminaba como mi corazón. Abracé la Verdad que Dios me prescribió en lugar de aferrarme al miedo que me impedía experimentar Su gozo y paz.
Mientras abordamos el avión, consideré cómo sería la vida si me identificara constantemente con la Verdad de Dios en lugar de conformarme con quienes me rodean. ¿Cuánto más libre podría ser?
Querida amiga, haz una pausa por un momento para examinar las falsas identidades con las que te has alineado. ¿Reconoces tu antigua condición, las etiquetas, los diagnósticos, los miedos y las circunstancias a las que te aferras y que se interponen entre tú y tu liberación total?
Por la misericordia de Dios, ya has sido sanada, liberada y se te ha dado una nueva naturaleza. Ya no tienes que identificarte con otra cosa que no sea la Verdad de Dios, particularmente con identidades autoinfligidas y heridas que has adoptado.
Tus heridas, tu miedo, tu diagnóstico o tu circunstancias, no te definen. Y Dios está esperando que alinees tus pensamientos con Sus pensamientos, tus palabras con Sus palabras y tu identidad con la identidad que Él sacrificó a Su Hijo unigénito para que tú la tengas.
Es hora de buscar en el Señor la Verdad sobre quién eres y comenzar a aceptar completamente tu nueva identidad.
Querido Dios, gracias por amarme y por enviar a Tu Hijo a morir en la cruz para salvarme y restaurar nuestra relación. Quiero vivir de acuerdo con Tu visión de mí, no la del mundo o la mía. Ayúdame a liberar cualquiera identidad falsa que me mantenga quebrantada y esclavizada para que pueda experimentar plenamente mi nueva identidad en Cristo. En el Nombre de Jesús, Amén.
Verdad para hoy
2 Corintios 5:17, Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! (NVI)
Salmos 119:45, Viviré con toda libertad, porque he buscado tus preceptos. (NVI)
Recursos Adicionales
Servimos a un Dios que sabe exactamente a lo que nos enfrentamos hoy y no se deja tomar por sorpresa por nuestras circunstancias. En medio de todo esto, queremos ofrecerte algunas formas prácticas de recordar quién es Dios y ayudar a mantenerte conectada con la Verdad que solo se encuentra en Su Palabra. De la preocupación a la alabanza es un devocional gratuito de siete días que te ayudará a:
- Encontrar la paz cuando te sientas tentada a entrar en pánico.
- Luchar contra el miedo cuando empuja tu corazón hacia los peores escenarios.
- Practicar confiar en Dios en medio de circunstancias inciertas.
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Reflexiona y responde
¿Qué identidad has asumido que no está alineada con lo que Dios dice que eres? ¿Cuál es esa falsa identidad que te impide experimentar y lograr cosas en tu vida?
© 2021 por Tracie Braylock. Todos los derechos reservados.
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