Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que lo adoren. Juan 4:23 (NBLA)

Dios nos llama a adorarle en Espíritu y en verdad. ¿Qué significa eso en nuestra vida diaria, especialmente en esos momentos cuando sentimos más ganas de quejarnos en vez de adorar o dar gracias? Esa es una pregunta que yo (Rachel-Ruth) me he hecho durante muchos años, ya que me resulta muy facíl quejarme.

Hay una situación que viene a mi mente. Justo antes de llegar a la adolescencia, mi familia había salido del país para asistir a una conferencia, y yo no había podido ir con ellos. Así que, como una grata distracción, mis padres me enviaron al Campamento Cove, que estaba en la misma propiedad que el centro de capacitación de mi abuelo Billy Graham en Asheville, Carolina del Norte.

Al final de las dos semanas, nuestras familias debían recogernos en un gran campo junto a la entrada del campamento. Imaginé que mi padre vendría a buscarme, así que me sorprendió ver la cara sonriente de mi abuela Tai Tai detrás de unas grandes gafas de sol color negro, mientras caminaba hacia mí. Había regresado de su viaje antes de lo previsto. Emocionada por verla, le di un gran abrazo.

Mientras nos íbamos, me explicó que mamá y mis hermanos aún no habían regresado del extranjero. Me quejé de no haber podido ir y por haber tenido que sufrir dos semanas de serpientes y de picaduras de mosquitos.

Tai Tai se limitó a reír y dijo: «¡Tonterías!». Ella estaba espantando mis lloriqueos, como yo lo hice con todos esos mosquitos. Luego me instó a que le contara todo lo maravilloso del campamento y de los nuevos amigos que había hecho. En otras palabras, yo debía dejar de tenerme pena y centrarme en todas las bendiciones que Dios me había permitido experimentar.

Recordar sus palabras tiernas de ánimo y su actitud positiva me lleva a pensar en Juan 4:23: Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que lo adoren.

Llegará el día en el que se eliminará toda razón para quejarse. Hasta entonces, podemos mantener nuestros corazones enfocados en adorar al Señor en Espíritu y en verdad mientras esperamos Su regreso.

¿Cómo transmitimos esa reverencia por la adoración a la siguiente generación?

Mi abuela me modeló fielmente esto. Recuerdo muchas otras ocasiones en las que Tai Tai puso un límite a mis quejas. Tenía una enorme compasión y sabiduría. Pero también tenía el discernimiento necesario para saber cuándo estaba sintiendo lástima por mí misma. Utilizaba su amor por la música, su sentido del humor y su capacidad para compadecerse de mí y recordarme con delicadeza que debía hablar con Jesús sobre el problema en lugar de quejarme.

Se dice que el desánimo es la tarjeta de presentación del diablo. Le encanta usar el desánimo para dividir las relaciones, detener el trabajo efectivo y desalentarnos, hasta el punto en que apenas podemos funcionar.

Adorar al Señor es la mejor manera de combatir el desánimo. Tai Tai me mostró tres formas prácticas de hacerlo: enfocarme en las bendiciones de mi vida, llevar una canción en mi corazón y mantener el sentido del humor para ayudar a eliminar cualquier rastro de desánimo.

Ahora, cuando empiezo a quejarme en mi espíritu, me parece oír la rítmica voz de Tai Tai diciendo «tonterías», y recuerdo su ánimo para contar mis bendiciones y adorar a Dios por ellas.

Señor, revélame cualquier forma en la que haya permitido que la frustración y el desánimo oscurezcan mi conciencia y el aprecio de Tus bendiciones. Que mi corazón y mi mente te adoren, ¡sin importar las circunstancias! En el Nombre de Jesús, Amén.

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Profundicemos

Deuteronomio 10:21, Él es el motivo de tu alabanza; él es tu Dios, el que hizo en tu favor las grandes y maravillosas hazañas que tú mismo presenciaste. (NVI)

Salmo 42:5, ¿Por qué te desesperas, alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarlo otra vez por la salvación de Su presencia. (NBLA)

¿Es posible adorar a Dios y seguir sintiéndote desanimada? ¿Por qué?, o por qué no? ¡Déjanos saber en los comentarios a continuación!

© 2021 por Anne Graham Lotz & Rachel-Ruth Lotz Wright. Todos los derechos reservados.

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