Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Romanos 8:28 (NVI)
En los últimos años, me he despertado en medio de la noche sintiéndome tan abrumada por la decepción de que mis más profundos llantos y mis oraciones urgentes no han sido escuchadas por Dios. Cuando mi mente se precipita a través de todos los peores escenarios a las dos de la mañana, me siento completamente sola.
Todas tenemos nuestros propios momentos justo a esa hora. Parece que cargamos un poco de tristeza, frustración o pesadez en estos días…
Tenemos peticiones de oración que queremos que Él responda.
Tenemos necesidades financieras que queremos que Él llene.
Tenemos crisis de salud que queremos que Él sane.
Tenemos relaciones familiares complicadas en las que queremos que Él intervenga.
Tenemos deseos y anhelos insatisfechos que queremos que Él satisfaga.
Cuando nuestra interminable lista de necesidades parece insatisfecha, es muy fácil acudir a Dios y hacer todo tipo de sugerencias para obtener lo que creemos que es mejor. Luego tratamos de responsabilizar a Dios de hacer lo que queremos que haga. Cuando sentimos que Él no cumple con nosotras, comienza el escepticismo y la desconfianza, no sólo de Su actividad en nuestras vidas, sino también de Su carácter.
Si Dios me amara, ¿no haría esto?
Demasiadas veces, cuando oramos, establecemos un resultado que esperamos que Dios logre. Si bien es cierto que podemos acudir a Él en completa fe y audacia y pedirle cualquier cosa en Su nombre, también es tentador apegarnos a los resultados que nosotras mismas creamos.
Cómo debería ser la oración contestada…
El momento en que nuestras respuestas deberían llegar…
El orden de los pasos que Dios debería seguir cronológicamente…
Es muy fácil mirar nuestras oraciones contestadas (o no contestadas) como evidencia de si Dios realmente se preocupa por nosotras. Pero en realidad, la oración debería ser lo que nos libera de cargar con el peso de los resultados. Ningún ser humano debería tener que cargar con el peso de ser su propio dios, resolviendo todo esto.
Debemos recordar que la definición de Dios acerca del bien y Su tiempo del bien es mucho mejor y más completo que el nuestro. Pablo nos dice en Romanos 8:28, “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito”.
Todo lo que nos suceda a través de las manos de Dios resultará para un bien futuro. Incluso cuando no lo parezca en esos momentos a las dos de la madrugada en los que nos sentimos tan solas. Puede que no todas nuestras oraciones sean respondidas de la manera que esperamos, pedimos o deseamos. Pero podemos confiar que Dios siempre es congruente con Su carácter y con Su naturaleza.
Sé que esto es difícil. Así que permíteme ser quien se incline y susurre estas palabras a tu corazón hoy: Dios está resolviendo las cosas. Él no está lejos. Está aquí con nosotras. Tenemos que aferrarnos a esta esperanza. Creer en esta esperanza. Vivir esta esperanza. Aquí y ahora. Incluso si nuestras oraciones no son contestadas de la manera y en el momento que queremos. Incluso cuando este proceso parezca confuso. Podemos confiar en que Dios es bueno y Su amor por nosotras es seguro.
Querido Señor, confío en Tu plan y en Tu amor absoluto por mí. Cuando mis circunstancias amenacen con hacerme cuestionar y dudar, optaré por declarar la Verdad. Tú estás a mi favor, y estás conmigo — tienes bondades reservadas para mí. En el Nombre de Jesús, Amén.
RECOMENDAMOS
¡Nuestra campaña anual de contrapartida está activa!
Todas las donaciones realizadas entre el 29 de noviembre y el 8 de diciembre serán igualadas. Para esos días en que todo se siente demasiado…
Proverbs 31 Ministries te acompaña con Verdad bíblica y apoyo en los momentos en que te sientes más abrumada. Cuando donas a Proverbs 31 Ministries nos ayudas a continuar ofreciendo los recursos bíblicos que necesitas: devocionales de aliento gratuitos enviados directamente a tu correo electrónico, para ayudarte en tus momentos difíciles. ¡
Contribuye ahora!
CONÉCTATE
Mantente al día con lo último de Lysa TerKeurst visitando su sitio web e Instagram.
PROFUNDICEMOS
Salmo 86:5-7, Tú, Señor, eres bueno y perdonador; grande es tu amor por todos los que te invocan. Presta oído, SEÑOR a mi oración; atiende a la voz de mi clamor. En el día de mi angustia te invoco, porque tú me respondes. (NVI)
¿Qué peticiones le has hecho al Señor? ¿Cómo procesas las decepciones cuando Él no parece seguir tu plan preciso? Tómate el tiempo para decir la oración de hoy en voz alta y recordarle a tu corazón de Su fidelidad. ¡Comparte tus pensamientos con nosotras en los comentarios!
© 2021 por Lysa TerKeurst. Todos los derechos reservados.
Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.