No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7 (NVI)

Mis tres hijos se van a casar en los primeros seis meses de 2022. Este año.

Sí, lo leíste bien.

No hace falta decirte que estas bodas, más las demandas de proyectos del trabajo y la vida cotidiana normal, ¡es bastante! Y aunque el estrés de mi familia es principalmente positivo, es estrés de todos modos.

En el pasado, el control ha sido mi recurso para aliviar la ansiedad en momentos como éstos. Pero, esta vez estoy buscando en la Palabra de Dios la ayuda que necesito.

En una mañana reciente, mientras leía mi Biblia, imaginaba que estaba sentada con el Apóstol Pablo. Él me habló de cómo prosperar en esta hermosa temporada.

Es como si estuviera ahí, con su café en la mano, sentado en el sofá frente a mí, diciendo: «Escucha Lynn. No te inquietes por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego presenta tus peticiones a Dios y dale gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará tu corazón y tus pensamientos en Cristo Jesús»(Filipenses 4:6-7, modificación añadida).

Podía escuchar al Señor, mediante las palabras de Pablo, diciéndome que no me inquiete ni me preocupe. Él me desafió a que cada vez que mi mente pensara en un nuevo detalle del que tuviera que ocuparme, debía orar primero. Dejarle saber a Dios (como si no lo supiera ya) que necesito Su ayuda para que todo salga bien.

La guía de Pablo, inspirada por el Espíritu Santo, me ayudó a calmar mi espíritu y a saber que, al buscar a Jesús en lugar del control, Él me ayudará a recibir Su paz, esa que necesito desesperadamente.

Pablo tiene todo el derecho de decirte a ti y a mí cómo hacer esto. Él lo vivió. Sus experiencias no eran alegres, como las bodas donde adquiero miembros nuevos en la familia, o proyectos de trabajo emocionantes en los que puedo usar mis talentos. No, él experimentó la cárcel, los naufragios, las mordeduras de serpiente y el ser apedreado (2 Corintios 11:23-27). Podemos confiar en Pablo cuando dice que podemos presentar delante de Dios nuestras preocupaciones mientras le alabamos también.

Pablo dice que cuando elegimos orar y alabar en lugar de preocuparnos, “la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará [nuestros] corazones y [nuestras] mentes en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7, NBLA).

Así que oraré con gratitud en mis labios y recibiré la paz que Jesús da mientras confío que Él obrará en cada pequeño detalle. A medida que lo hago, estoy viendo esta práctica de oración no como una cosa de una sola vez o de un solo día, sino como algo que podría ser habitual, de todos los días. Estoy eligiendo cada día caminar con Él, sin importar lo que depare el día.

Jesús, gracias por Tu paz que está disponible para cada situación en mi vida. ¡Estoy agradecida! En el Nombre de Jesús, Amén.

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PROFUNDICEMOS

Filipenses 4:7-9, Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes. (NVI)

¿Qué situación específica necesitas entregar a Dios en oración y con gratitud hoy? ¡Déjanos saber en los comentarios!

© 2022 por Lynn Cowell. Todos los derechos reservados.

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