Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. Mateo 6:28b-29 (NVI)

Olvidé que dejé las flores al regresar a casa del supermercado. Pasé una vergonzosa cantidad de tiempo decidiendo si comprar flores.

Cuando se trata de comprar flores para animar a las amigas, no lo dudo. Pero ¿flores para mí? Se sentía demasiado indulgente. Entonces me sentí dividida entre comprar flores que costaran menos o comprar las que quería: hortensias.

Me decidí por esas, colocando las hortensias en mi carrito. Pero esa noche se quedaron en el mesón. Me apresuré a poner la mesa para la cena de la familia y luego, al terminar de cenar y lavar los platos, ya era demasiado tarde.

¡Olvidé poner las flores en el agua! Fueron descuidadas, puestas a un lado. Todos los pétalos se marchitaron.

Muchas veces me siento como esas flores marchitas, desgastadas y agotadas por haber descuidado mi bienestar emocional y físico. Estoy tan ocupada cuidando de los demás, que olvido que Dios se preocupa por mi bienestar.

¿Alguna vez te has sentido como esas hortensias, que necesitan ser cuidadas? ¿Te resulta fácil poner tu corazón a un lado?

Dios comprende todas las circunstancias difíciles que te rodean. Sin embargo, tu bienestar está en el mismo centro del corazón de Dios. Eres Su hija amada. Dios se preocupa por ti.

Cómo te sientes es importante para Dios. Él ve cómo estás realmente. Él quiere que te cuides porque te ama.

Habiendo crecido como la hija mayor en una familia de un solo padre, por naturaleza, soy quien siempre anima. Me resulta más fácil cuidar de los demás, pero a menudo me olvido de que mi propio bienestar necesita ser atendido… hasta que termino sintiéndome exhausta y agotada por el estrés y la preocupación.

Cuando te sientas abrumada, escucha lo que te susurra Jesús en Mateo 6:25-29:

»Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida? »¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos (NVI).

No te preocupes por el mañana, dice Dios. Mira las flores silvestres: no trabajan. Sin embargo, qué hermosas las he hecho … ¡Cuánto más significas tú para Mí, más que cualquiera de esas flores!

¿Estás preocupada por tantas necesidades a tu alrededor que te has olvidado de que tú también mereces cuidado?

Hoy, cuando sientas que las presiones te acechan, aquí tienes una verdad a la que puedes aferrarte y respirar.

Haz algo que te traiga alegría.
Haz algo que te traiga paz.
Haz algo que te aporte belleza.

Y escucha a Jesús susurrando:
Te amo. Estoy contigo.
Haz brillar tu luz. Canta tu canción.

Vales lo suficiente para invertir en ti, cuidarte y nutrirte.

El final feliz de mi historia es que aprendí que los pétalos de hortensia se refrescan cuando se colocan en agua tibia. Unas pocas horas más tarde, ¡mis flores volvieron a estar frescas!

Tu corazón también se refrescará, como las flores que florecen bajo el calor del sol, cuando te tomes un tiempo para descansar y disfrutar lo que te trae paz y alegría.

¡Nunca es demasiado tarde para correr a los brazos de nuestro Salvador amoroso, quien se preocupa profundamente por nuestro bienestar!

Querido Jesús, ya no quiero descuidar más mis necesidades emocionales y mi bienestar. Tranquilízame con Tu amor. Tráeme la calma y la paz de nuevo. Ayúdame a dejar de lado mis preocupaciones sobre el mañana para poder cuidarme mejor hoy, segura en Tus brazos de amor por mí, tal como soy. Gracias. Te amo. En el Nombre de Jesús, Amén.

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PROFUNDICEMOS

1 Pedro 5:7, Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes. (NVI)

Sofonías 3:17, el SEÑOR tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos (NVI)

Consejo para el cuidado del alma: cómprate flores. Un estudio de la Universidad de Rutgers descubrió que el simple hecho de mirar flores mejora la salud emocional; la presencia de flores desencadenó emociones felices en los participantes, aumentando los sentimientos de satisfacción con la vida. ¡Las flores son un potenciador natural que Dios nos ha dado para darnos ánimo!

¿Cuál es tu flor favorita? ¿Qué actividad te gusta hacer que te trae paz o alegría? ¡Haznos saber en los comentarios!

© 2022 por Bonnie Gray. Todos los derechos reservados.

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