Devocionales

Un plan de batalla para cuando ya estás agotada

Meredith Houston Carr 6 de febrero de 2023
Porque no tenemos fuerza alguna delante de esta gran multitud que viene contra nosotros, y no sabemos qué hacer; pero nuestros ojos están vueltos hacia Ti» 2 Crónicas 20:12b-c (NBLA).

Mientras mi esposo nos conducía a casa luego de una sesión de consejería matrimonial, me senté en silencio y contemplé la lista de libros y ejercicios que nos habían recomendado. Con un suspiro profundo, intenté liberarme del pensamiento persistente: estoy cansada de lidiar con esto.

Mes tras mes, habíamos hecho lo que se suponía que debía hacer una “buena pareja de cristianos”: ir a consejería, citas especiales juntos, expresar nuestros sentimientos de manera tranquila, etc. Pero no era suficiente, y nos encontrábamos discutiendo acerca de los mismos problemas una y otra vez.

Nos invadió el agotamiento, y simplemente no sabía cómo seguir luchando, o ni siquiera si podía.

Me pregunto si tú también estás luchando con una batalla aparentemente interminable que te está dejando vacía. Tal vez sea un hijo pródigo o un trabajo sin futuro o un diagnóstico difícil. O tal vez tú, también, estás por tu matrimonio, pero una oleada de temores ahoga cualquier sensación de avance.

Has hecho todo lo que sabes hacer, pero la batalla continúa, y ya no te quedan fuerzas para luchar.

Afortunadamente, la Biblia está repleta de historias donde Dios apareció y se manifestó en medio de las batallas de Sus hijos. La Escritura de hoy proviene de 2 Crónicas 20, la cual explica los detalles de la historia del rey israelita Josafat y la situación terrible a la cual se enfrentaba. Después de haber sido ferozmente perseguido por enemigos implacables, el pueblo de Dios quedó exhausto y confundido.

Sin embargo, en lugar de planificar una estrategia típicamente militar, Josafat convocó una asamblea y condujo al pueblo a través de un tipo de “plan de batalla” diferente, un proceso de tres pasos que nosotras, también, podemos implementar:

1. Buscar al Señor a través de oraciones vulnerables, honestas. Aunque quizá, como rey, él “debió” haber tenido todas las respuestas, el versículo clave de hoy detalla cómo Josafat estuvo dispuesto a admitir su debilidad:

Porque no tenemos fuerza alguna delante de esta gran multitud que viene contra nosotros, y no sabemos qué hacer; pero nuestros ojos están vueltos hacia Ti» (2 Chronicles 20:12b-c).

¿Te identificas con esta oración? Es una que también podemos elevar sobre nuestras pruebas. Cuando nos rodea el agotamiento y la confusión, mantengámonos arrodilladas en oración, fijando nuestra mirada hacia el cielo.

2. Adora a través del temor y la duda. “…Josafat se inclinó rostro en tierra, y todo Judá y los habitantes de Jerusalén se postraron delante del SEÑOR, adorando al SEÑOR” (2 Crónicas 20:18, NBLA). Frente al miedo y enemigos feroces, ellos eligieron, de todos modos, cantar canciones de adoración y alabanza. ¡Exaltar a Dios ante la presencia del enemigo es un acto de fe que agrada al Espíritu Santo, quien pelea por nosotras y con nosotras en nuestras batallas!

3. Confía en la instrucción de Dios; luego avanza en fe. Dios respondió a la poderosa petición de Josafat con una instrucción clara: “No teman ni se acobarden; salgan mañana al encuentro de ellos porque el SEÑOR está con ustedes»” (2 Crónicas 20:17b, NBLA). El pueblo obedeció fielmente, y según lo prometido, ¡Dios apareció y les entregó milagrosamente al enemigo en sus manos!

Independientemente de cómo Dios escoja trabajar de maneras específicas en nuestras batallas, podemos confiar en que Su corazón siempre es bueno para con nosotras. Han pasado años desde que mi esposo y yo luchamos por nuestro matrimonio, y puedo decir con certeza que jamás hubo un día en que Dios no haya provisto lo que necesitábamos para seguir luchando.

Querida, cualesquiera sean las batallas que estés enfrentando, Dios irá a tu encuentro en el campo de batalla. Y Él posee toda la fuerza que tu careces. Hoy, oremos, alabemos y confiemos, y peleemos la buena batalla un día más.

Querido Jesús, te agradecemos por proveernos de fortaleza cuando estamos agotadas. Por favor, ven a nuestro encuentro en el campo de batalla y condúcenos para llegar al otro lado. En el Nombre de Jesús, Amén.

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Orar por tu esposo no tiene que ser complicado para que sea efectivo. Pero a veces es difícil saber por dónde empezar. Especialmente cuando se trata de nuestras relaciones más importantes o deseos más profundos, como la relación con nuestro esposo, es un reto determinar qué decirle a Dios cuando no hay nada en específico por el cual orar o cuando estamos frustradas. Esa es la razón por la cual creamos estos recursos específicamente para ti. Haz click aquí para obtener “Cinco oraciones para orar como esposas”.

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PROFUNDICEMOS

2 Corintios 10:3-4, Pues aunque andamos en la carne, no luchamos según la carne. Porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. (NBLA)

¿Qué batalla te ha dejado agotada? Si estás dispuesta a hacerlo, comparte tus pedidos de oración en los comentarios. Luego aparta algunos minutos de oración sobre la petición de otra hermana, ¡montañas se mueven cuando nosotras oramos fielmente las unas por las otras!

© 2023 por Meredith Houston Carr. Todos los derechos reservados.

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