Pero Dios el SEÑOR llamó al hombre y le dijo: — ¿Dónde estás? Génesis 3:9 (NVI)

Tengo un tapete de bienvenida junto a la puerta principal de mi hogar que dice: descálzate y aligera tu alma.

No solo es una invitación de entrar descalza, mostrando las suelas de tus pies, sino una invitación de abrir tu corazón y alma. Una invitación a quitar esa arruga en tu frente, calmar tu corazón acelerado y palpitante y venir a la quietud, a la presencia.

El tapete en mi puerta es como un cartel de bienvenida que llama a las visitas a caminar y entrar, todas descalzas y apenas respirando, todas desesperadas para que un sofá acoja sus cuerpos cansados.

No puedo dejar de pensar en cómo ocurre lo mismo con una página en blanco, un lienzo nuevo o un escenario vacío, todos son invitaciones que invitan a uno a:

Venir… entrar descalza y abrir el corazón.

Eres bienvenida a crear en el lienzo, en la página en blanco o en el escenario vacío. Eres bienvenida a abrir tu corazón, a soltar las mismas palabras escondidas y enterradas dentro. Puedes crear confiadamente, reteniendo toda la crítica, mientras gestionas las desviaciones y las preguntas de tu alma.

Reflexionando sobre nuestro comienzo, en el jardín del Edén, es muy vital saber que el llamado de Dios a los humanos a que abran valientemente sus corazones no tenía la intención de inculcar condena que lleva a la desesperanza. Más bien, era para inspirar la confesión que lleva a la esperanza.

En Génesis 3:9-13, después de que hubieran pecado, Dios llamó a Adán y Eva, preguntando, “—¿Dónde estás? … — ¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? … —¿Qué es lo que has hecho?” (NVI).

Con estas preguntas, estas invitaciones a decir la verdad, Dios presentó Su presencia. Dios se estableció a Sí mismo como una audiencia eterna de Uno, siempre escuchando y prestando atención al lamento de nuestro vivir, amar y fracasar.

Dios sigue siendo aquel lugar seguro, de hecho, Él es el más seguro. Y Él da la bienvenida a nuestras historias, nuestras palabras sinceras y nuestras canciones, poesías, publicaciones y piezas artísticas, llenas de pintura.

¿Acaso la tinta negra en las páginas en blanco podría ayudarnos a encontrar sentido a todo lo que no tiene sentido en este mundo?

¿Acaso hacer pasteles al horno y estirar las extremidades hacia los cielos podría ayudarnos a difundir la paz en cada rincón de nuestras vidas?

Escribimos, cantamos y bailamos a modo de poder experimentar de nuevo el exhalar de Dios, el suspiro y sonido de Su voz que nos recuerda de Su plan de llenar nuestras vidas con luz. Sí, por medio del arte, podemos estar de pie con el alma y el corazón abiertos, delante de un Dios que no nos fastidia ni nos saca la verdad a golpes. Él es un Dios tierno que susurra, que está a favor y no en contra de Su pueblo, en medio de todo. Él nos mueve a respirar… lo cual produce un alivio valiente de confesar y poco a poco hacer retroceder nuestros recuerdos y momentos más oscuros.

Dios te llama y también se acerca a ti, diciéndote que está bien abrir todo quien eres, incluyendo también las partes que necesitan el perdón y la sanidad y por medio de Él, puedes llegar a ser nueva a pesar de todo.

Dios, déjame escuchar el sonido y la canción de Tu amor por encima de las mentiras. Ayúdame a salir de mi escondite y entrar a la presencia sincera. Despierta la valentía mientras abro mi alma. Por medio del arte y el crear cosas, haz brillar una luz sobre mis heridas y derrama Tu sanidad en mi vida. En el Nombre de Jesús, Amén.

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PROFUNDICEMOS

Éxodo 35:31-33, y lo ha llenado del Espíritu de Dios, con sabiduría, entendimiento, conocimiento y toda habilidad de artesano, para hacer diseños artísticos y para trabajar en oro, plata y bronce, en el tallado de piedras para engastar, en el tallado de madera y para realizar toda clase de labor artística. (RVA-2015)

¿Qué forma de creatividad o arte te ayuda a traer tu alma abierta delante de Dios? ¿De qué manera te ha ayudado a escuchar a Dios el hecho de escribir o crear algo? ¿Cómo te ayuda el arte a sanar en tu caminar con Dios?

Siempre estamos atentas para escuchar tu corazón, ven y comparte tus pensamientos en los comentarios.

© 2023 por Rachel Marie Kang. Todos los derechos reservados.

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