En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo... Efesios 4:15 (NTV)

«¿Cómo te ha ido hoy?» Era una pregunta que yo solía hacer, y esperaba que mi hija de 13 años, Calyn, respondiera con algo como: «todo bien, nada del otro mundo, pero bien». Pero cuando me contó lo que le había pasado durante su hora de almuerzo, luché por contener las lágrimas mientras intentaba consolarla.

Al escuchar a mi hija contar cómo unas chicas la dejaron sola en la mesa del comedor y cuchicheaban desde otro lugar, me asaltaron los recuerdos.

Recuerdo que cuando estaba en séptimo curso, me sentía invisible, sentada en la mesa del comedor. Aunque no era una de las chicas populares, anhelaba ser relevante y tener amigas que estuvieran siempre conmigo.

¿Por qué son tan difíciles las amistades con las chicas y cómo pueden cambiar en un momento?

Como madres, a menudo nos resulta difícil ayudar a nuestras hijas con sus amistades cuando nosotras recordamos, e incluso seguimos experimentando, el mismo tipo de heridas.

Poco después de que mi hija y yo hablamos sobre lo que estaba ocurriendo con sus amistades, me acerqué a ella con tristeza y le conté algunos problemas con amigas mías que no me invitaban o que me decían cosas hirientes. Mi hija y yo nos motivamos la una a la otra a fijarnos en las amigas que nos eran fieles y a buscar amigas que nos acercaran a Dios.

Mi madre, que ha sido consejera profesional durante muchos años, me ha animado durante mucho tiempo a decir la verdad con amor, incluso en mis luchas por la amistad. Al principio no entendía cómo Efesios 4:15 se aplicaba a las amistades, pero he llegado a ver este principio de cerca y lo he compartido con mi hija: “En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo”.

Decir la verdad a los demás y amar cuando nos han herido no es fácil. Pero podemos recordarnos a nosotras mismas (y a nuestras hijas) que vivir en el amor y la verdad no es solo una buena idea, es un impulso de Dios.

Hay aquí algunas maneras en que podemos animar a nuestras hijas a ser sinceras con sus amigas y guiarlas para que busquen amistades verdaderas y sanas:

• Orar: Ora con tu hija por sus amistades actuales y futuras. Ora mencionando los nombres de sus amigas y por aquellas de las que quiere ser amiga.
  
  
• Crear espacio: Presenta la oportunidad de una reunión para que las niñas hagan manualidades o cocinen juntas en tu casa. Las niñas pueden crear y compartir cosas con sus amigas e invitarlas a una próxima reunión.
  
  
• Ser mentora: Ofrécete para dirigir un pequeño grupo de estudio bíblico en tu casa, de modo que puedas tener conversaciones regulares con las niñas sobre lo que enfrentan. Comprométete con ellas a que lo que se comparta allí, quedará solo dentro del grupo.
  
  
• Ser intencional: Establece un tiempo para hablar con tu hija una vez al mes sobre lo que ella esté sintiendo (es posible que tengas que cambiar la fecha según como ella se sienta).

También puedes ayudar a tu hija a centrarse en encontrar una buena amiga en lugar de intentar encajar con varias chicas a la vez. Y anímala a buscar sabiduría, a fijarse en cómo la tratan sus amigas y a hablar cuando algo no le parezca bien.

Nuestro valor (y el de nuestras hijas) no depende de lo que digan o hagan nuestras amigas. Nuestro valor viene de Dios, y Su visión de nosotras nunca cambia. Incluso cuando dudamos de nosotras mismas y nos preguntamos si estamos enseñando a nuestras hijas lo correcto, Dios nos recuerda que incluso en nuestros peores días, si hemos puesto nuestra fe en Jesús, Dios nos ve como ve a Su Hijo. Jesús nos hace dignas de una relación con Él, y nos da todo lo que necesitamos para florecer con nuestras hijas y amigas.

Dios, por favor ayúdame a animar a mi hija a buscar amigas que la amarán e inspirarán y por quienes ella puede hacer lo mismo. Gracias por lo que Tú harás en su vida a través de buenas amistades que Tú la guíes a elegir. Gracias por diseñarla para que conozca su valor que viene de Ti, un valor que va más allá de cualquier amistad. En el Nombre de Jesús, Amén.

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RECOMENDAMOS

Tener una mejor amiga es uno de los grandes regalos de la vida. Queremos que nuestras hijas tengan amigas con las que puedan ser ellas mismas y que celebren sus amistades. ¿Desea tu hija tener una amiga especial? ¿O un círculo de amigas con las que puede compartir momentos divertidos y crear recuerdos? Para obtener ideas sobre cómo forjar amistades, te invitamos a consultar este libro: Let’s be friends: A Tween Devotional on Finding and Keeping Strong Friendships.

CONÉCTATE

A Calyn y Blythe Daniel, coautoras de Let’s Be Friends, les encantaría saber cómo tu hija ha forjado amistades y las oraciones constantes que has hecho con ella. Puedes consultar los recursos en el sitio web de su libro y conectarte con ellas en las redes sociales: Blythe Daniel en Facebook, Calyn Daniel en Facebook, Blythe Daniel en Instagram y Calyn Daniel en Instagram.

PROFUNDICEMOS

Efesios 5:8-10, Porque ustedes antes eran oscuridad y ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz (el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad) y comprueben lo que agrada al Señor. (NVI)

¿Cómo puedes ayudar a tu hija a discernir si una amiga es buena para ella? ¡Nos encantaría escuchar de ti! Comparte tus pensamientos en los comentarios.

© 2023 por Blythe Daniel. Todos los derechos reservados.

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