»Bendito el hombre que confía en el SEÑOR y pone su confianza en él. Jeremías 17:7 (NVI)

No puedo mantener con vida a las cosas verdes. (Descansa en paz, mini cactus). Les doy demasiada agua. Les doy muy poca agua. Olvido colocar la planta cerca de una ventana. Nunca reproduzco música clásica ni susurro palabras de ánimo a sus hojas.

No es de extrañar que a veces también me trate a mí misma como he tratado a todas las suculentas marchitas en mi larga lista. Me excedo. Me apresuro a través de ello. Olvido comer las verduras. No me detengo para pedir ayuda ni susurro palabras de ánimo a mi alma.

Me digo a mí misma que es solo una temporada del año, una temporada en el trabajo o una etapa de la vida; una vez que termine, podré volver a respirar. Pero sigo volviendo al mismo estado: estresada. Abrumada. Varada en modo supervivencia. Y nunca fui una niña exploradora, así que estoy mal preparada para los elementos.

El Señor nos advierte sobre lo que sucede cuando confiamos en nuestra propia fuerza: nos marchitamos y desgastamos, como arbustos en un desierto reseco (Jeremías 17:5-6).

Pero hay esperanza fuera de nosotras mismas. Cuando confiamos en el Señor y en Su poder en nosotras y a través de nosotras, somos como un árbol plantado junto a un río, conectado a un flujo de vida que nunca se agotará.

“»Bendito el hombre que confía en el SEÑOR y pone su confianza en él. Será como un árbol plantado junto al agua que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor y sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia y nunca deja de dar fruto»” (Jeremías 17:7-8, NVI).

¿Estás cansada de fallar en la autosuficiencia y lista para florecer en la confianza en Dios? Aprendamos de las analogías de Dios sobre las plantas y cuidemos nuestras almas estresadas.

• Profundiza tus raíces: desde nuestros suaves ruegos de ayuda al Espíritu Santo hasta nuestras conversaciones diarias sobre nuestros pensamientos y emociones, nuestro Dios accesible se preocupa por los detalles de nuestras vidas. Crea prácticas en tu día para compartir tu vida y cargas con Dios en la oración, fortaleciendo así tu relación con Él.
• Toma un poco de sol: sal y sumérgete en la creación de Dios. Da un paseo. Acomódate bajo un árbol. Siéntate junto a tu ventana.
• Cuida lo que te dices a ti misma: si está científicamente comprobado que las plantas responden al habla positiva, imagina cuánto más tu corazón necesita escuchar la Verdad. Renueva tu diálogo interno para que solo escuchemos las promesas de Dios y Su Palabra. Mantén una lista de versículos bíblicos en tu teléfono o diario para consultar cuando necesites recordatorios.

Arraigarnos en Jesús no significa que los factores estresantes desaparezcan; el calor y la sequía aún pueden llegar. Pero vivir en Él y a través de Su poder significa que no tenemos que marchitarnos ni desgastarnos por el estrés. Cuando confiamos en Su poder en nosotras, podemos vivir como árboles plantados junto al río de vida.

Jesús, ayúdame a rendir mi fuerza finita y conectarme a Tu fuente de poder constante. Estoy lista para plantarme en Tu amor y Verdad. Por favor, susténtame en todos los altibajos de la vida. En el Nombre de Jesús, Amén.

RECOMENDAMOS

¿Estás cansada de pretender ser fuerte cuando en realidad estás viviendo con miedo y estrés? En Sin control pero feliz, Lisa Bevere muestra a los lectores cómo darle a Dios el control completo de sus vidas y cómo recibir de Él afirmación, amor, autovaloración, alegría, fuerza y aceptación a cambio. Hoy puedes vivir la oración de Jesús: Padre, no se haga mi voluntad, sino la Tuya.

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PROFUNDICEMOS

Juan 15:5, »Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada. (NVI)

Desde un árbol a una vid, a Dios le encanta usar analogías de plantas para ilustrar que depender de Dios da vida. Apartadas de Él, no podemos hacer nada por nosotras mismas. ¿Qué aspecto de esta analogía te impactó hoy? ¡Comparte con nosotras en los comentarios!

© 2024 por Meghan Mellinger. Todos los derechos reservados.

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