Los ángeles: mensajeros de buenas noticias
Melissa Spoelstra
De pronto, se unió a ese ángel una inmensa multitud—los ejércitos celestiales—que alababan a Dios… Lucas 2:13 (NTV)
»Pero olvida todo eso; no es nada comparado con lo que voy a hacer. Pues estoy a punto de hacer algo nuevo. ¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves? Isaías 43:18-19c (NTV)
En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz: «Si alguien tiene sed, que venga a Mí y beba. El que cree en Mí, como ha dicho la Escritura: “De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva”». Juan 7:37-38 (NBLA)
Ante ti, Señor, están todos mis deseos; no te son un secreto mis suspiros. Salmo 38:9 (NVI)
Así alumbre la luz de ustedes delante de los hombres, de modo que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos. Mateo 5:16 (RVA-2015)
José llamó a su segundo hijo Efraín, porque dijo: «Dios me hizo fructífero en esta tierra de mi aflicción». Génesis 41:52 (NTV)
En cambio, me he calmado y aquietado, como un niño destetado que ya no llora por la leche de su madre. Sí, tal como un niño destetado es mi alma en mi interior. Salmo 131:2 (NTV)
»Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados; yo les daré descanso. Mateo 11:28 (NVI)
Muchos son los planes en el corazón de las personas, pero al final prevalecen los designios del SEÑOR. Proverbios 19:21 (NVI)
Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Efesios 6:10 (NVI)
Cuando se terminó de asignarle a cada tribu el territorio que le correspondía, el pueblo de Israel entregó a Josué, hijo de Nun, el territorio que le pertenecía a él como herencia. Josué 19:49 (NVI)
De pronto, se unió a ese ángel una inmensa multitud—los ejércitos celestiales—que alababan a Dios… Lucas 2:13 (NTV)
…Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no existen, como si existieran. Romanos 4:17 (RVC)
Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día. Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un...
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)