Entonces el Señor me dijo: “Dejen ya de andar rondando por estas montañas, y diríjanse al norte”. Deuteronomio 2:2-3 (NVI)

Todas tenemos desastres en nuestras vidas. Desastres financieros. Desastres en relaciones. Desastres de salud. Desastres en el hogar. Desastres en los negocios.

Desastres que nos dejan sintiéndonos atoradas, como si estuviéramos varadas en este lugar de agitación e inquietud para siempre.

Estoy segura de que así se sentía el pueblo de Israel mientras deambulaba por el desierto. Atrapados en un desastre sin final a la vista.

Probablemente hayas leído o escuchado esta historia que se encuentra en el libro de Éxodo. Dios milagrosamente liberó a los israelitas de la opresión y la esclavitud en Egipto. Pero su falta de voluntad para confiar plenamente en Él y su evidente rechazo a tomar posesión de la Tierra Prometida los dejó en un desastre. Un desastre de cuarenta años en el desierto.

Afortunadamente, en el libro de Deuteronomio, descubrimos que su historia no había terminado. El cambio estaba en camino. Los hijos de los israelitas, originalmente liberados de la tiranía del faraón, finalmente estaban a punto de tomar posesión de la tierra que Dios dijo que era suya todo el tiempo.

Pero antes de seguir adelante, Moisés hizo que todos hicieran una pausa para mirar hacia atrás. Él sabía que no iría con ellos, por lo que quería asegurarse de cimentar en sus mentes la fidelidad de Dios a lo largo de su viaje final.

Moisés les recordó un momento en el que habían estado atrapados dando vueltas alrededor de la misma montaña durante demasiado tiempo. Dios les habló en su deambular y les hizo saber que era hora de ir en una nueva dirección.

Entonces el Señor me dijo: “Dejen ya de andar rondando por estas montañas, y diríjanse al norte (Deuteronomio 2:2-3).

Fue un momento crucial que debían recordar. Uno donde se habían enfrentado a una elección que les cambió la vida. Podrían quedarse atrapados, dando vueltas sin parar por el mismo lugar de siempre, o podrían elegir la esperanza y dirigirse en una nueva dirección con el Señor.

Podrían girar hacia el norte.

Creo que este es el momento perfecto para hacer una pausa y preguntarle a Dios si hay algún área donde necesitemos “girar hacia el norte” en nuestras vidas. ¿Hemos estado dando vueltas a los mismos desastres durante años y años, sin un final a la vista? ¿Hay áreas que sabemos que necesitamos cambiar, pero sentimos que requerirá demasiado sacrificio?

Aquí hay una pregunta que podemos hacernos en medio de nuestros desastres ...

¿Estoy dejando que este desastre me defina o me refine?

La respuesta a esta pregunta es crucial.

Si dejo que algún desastre me defina, me sentiré desesperada.

Si dejo que algún desastre me refine, me sentiré esperanzada.

Si los israelitas hubieran mirado su historial de cuarenta años de deambular sin rumbo y se hubieran definido a sí mismos como rebeldes fracasados, habrían perdido toda esperanza y seguirían dando vueltas.

Pero debido a que aprovecharon la corrección y la redirección del Señor, pudieron darse la vuelta y avanzar hacia Sus promesas con la esperanza firmemente plantada en sus corazones.

Es hora de que nuestros desastres dejen de definirnos.

Es hora de aceptar el proceso refinador y girar hacia el norte.

Entonces, ¿cómo comenzamos a hacerlo? Reemplazando nuestros viejos pensamientos con verdades poderosas de la Palabra de Dios.

Los llamo “Guiones a los que puedo recurrir”. En otras palabras, estas declaraciones pueden convertirse en nuestros nuevos patrones de pensamiento. Y estos nuevos patrones de pensamiento nos darán confianza para una nueva forma de vida. Hoy estoy compartiendo una lista de algunos de mis “Guiones a los que puedo recurrir” favoritos en nuestra sección de Reflexiona y responde porque no creo ni por un segundo que nos tengamos que quedar atrapadas en nuestros desastres actuales.

Dios quiera que escuchemos la voz del Padre, llena de gracia y libre de cualquier indicio de condena, declarándonos hoy que: «Es hora de girar hacia el norte, amadas». Y que seamos encontradas volviéndonos hacia Él y avanzando con Él.

Querido Señor, gracias por ofrecerme esperanza. Elijo creer hoy que no tengo que quedarme atrapada en mis desastres, incluso si son desastres de mi propia creación. Hoy estoy sintonizando mi oído con Tu voz. Estoy llenando mi corazón y mi mente con la Verdad de Tu Palabra. Y ahora, me dirijo en una nueva dirección contigo. En el Nombre de Jesús, Amén.

Verdad para hoy

Salmos 32:8, El SEÑOR dice: «Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti. (NVI)

Salmos 25:12, ¿Quién es el hombre que teme al SEÑOR? Será instruido en el mejor de los caminos. (NVI)

Las dos secciones siguientes pueden contener enlaces de contenido solo en inglés.

Recursos Adicionales

Cuando estamos en medio de un desastre, a menudo nuestra respuesta es: «¡No debería ser así!» Ya sea que estemos lidiando con decepciones diarias o pérdidas que alteran la vida, podemos encontrar una fuerza inesperada a medida que aprendemos a luchar bien entre nuestra fe y nuestros sentimientos. Aprende esto y más en el último libro de Lysa TerKeurst, No debería ser así. ¡Descarga los primeros 3 capítulos gratis hoy!

Reflexiona y responde

Estos son algunos de los "Guiones a los que puedo recurrir" favoritos de Lysa y las referencias de las Escrituras que los acompañan. ¡Comparte en los comentarios cuál resuena más contigo!

1. Fui creada para algo más allá que estar atrapada en un círculo vicioso de
derrota. (Deuteronomio 2:3)
2. Cuando me siento tentada, elimino la tentación o me alejo de la situación.
(1 Corintios 10:13-14)
3. No tengo que preocuparme por decepcionar a Dios porque nunca lo estuve
sosteniendo; la gracia de Dios es suficiente. (2 Corintios 12:9-11)

© 2020 por Lysa TerKeurst. Todos los derechos reservados.