Y si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Santiago 1:5 (NBLA)
Mientras escuchaba a alguien diciéndome palabras dañinas, acariciaba el colgante de cruz que adornaba mi cuello. A la vez, me fijé en la pulsera de lona que llevaba y leí las palabras “¿Qué haría Jesús?”. Las emociones daban vueltas y mi estómago se tensaba, y la única cosa que me venía a la mente fue, ¿cómo respondo de manera correcta?
¿Debo simplemente pedir perdón o defenderme? ¿Era justificada mi frustración o no? ¿Debo dar la otra mejilla o determinar un límite firme? Deseaba que Jesús apareciera milagrosamente y me pasara un guión de qué decir.
¿Cuántas veces hacemos frente a situaciones en la vida donde no podemos determinar completamente “la mejor manera” de responder?
Las dinámicas familiares difíciles, el estrés financiero, las elecciones de crianza, los conflictos de la iglesia, las decisiones relacionales… hay tantas áreas donde desearíamos tener acceso inmediato a la sabiduría de Dios para aplicar a nuestra situación.
¡Señor, dame sabiduría, por favor! oraba silenciosamente mientras las palabras dañinas continuaban.
En ese momento, me consolaba mucho en la bondad y fidelidad de Dios en Su Palabra. Él ha prometido dar sabiduría cuando la pedimos, y no solo una pizca de buenos pensamientos, sino una generosa cantidad de comprensión verdadera.
Y si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada (Santiago 1:5).
Dios promete darnos sabiduría “sin reproche”, una sabiduría sin regaño y que no nos culpa por necesitar Su guía y fuerza constante. En las relaciones o circunstancias difíciles, a menudo me encuentro repitiendo la misma canción de vergüenza: ¿Cuándo aprenderás cómo manejar esto de otra manera? En cambio, Dios nos invita a venir a Él y decir, ¡Señor, muéstrame una mejor manera!
Esta promesa nos invita a una intimidad con Dios, paso a paso. Él nos dará toda la sabiduría que necesitamos en cada situación. Él promete que en medio de una conversación difícil o cuando hay que tomar una decisión, podemos recurrir a Él para obtener la sabiduría que nos falta.
Mi conversación difícil no resultó en una resolución inmediata. Y eso está bien. Más que palabras o acciones concretas, lo que más necesitaba era un recuerdo de que Dios sabía la verdad y Él era mi mayor defensor. Después de mi petición para la sabiduría, comprendí que en ese momento el silencio siguió siendo el mejor curso de acción.
Amiga, todas tenemos preguntas en nuestras vidas que necesitan sabiduría. Cuando no sabemos qué hacer… cuando nos preguntamos qué decir… acudamos a la Palabra de Dios, donde encontraremos las respuestas que buscamos. El libro de Santiago es un gran lugar para comenzar. Esta carta práctica en Las Escrituras nos asegura que Dios nos escucha y nos contesta cuando nuestros corazones necesitan ayuda para responder bien.
Querido Jesús, tengo tantas preguntas sobre cómo manejar relaciones y situaciones. Gracias por Tu promesa de darme la sabiduría generosamente cuando te la pido. Ayúdame a Ti y a Tu Palabra primero, para encontrar las respuestas que busco. En el Nombre de Jesús, Amén.
RECOMENDAMOS
¿Cómo puedes desarrollar una fe que permanezca firme cuando las circunstancias cotidianas te desaniman? ¿Dónde puedes obtener la sabiduría necesaria para tomar las decisiones correctas en la vida? Santiago: crece en sabiduría y fe por Elizabeth George es un estudio bíblico que nos ofrece respuestas alentadoras a estas y muchas otras preguntas. Descubre cómo Santiago ofrece consejos muy prácticos para los asuntos más apremiantes para nosotras como mujeres cristianas.
CONÉCTATE
¿Buscas más aliento? Proverbs 31 Ministries tiene recursos bíblicos gratuitos en español que traerán esperanza y te ayudarán a navegar el día a día.
PROFUNDICEMOS
Santiago 3:17-18, Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía. Y la semilla cuyo fruto es la justicia se siembra en paz por aquellos que hacen la paz. (NBLA)
¿En tu situación, cómo te consuela la promesa de Dios de traer justicia cuando buscas sabiduría?
¿En qué área de tu vida o relación en particular necesitas la sabiduría de Dios para poder manejarla mejor? ¡Compártelo en los comentarios!
© 2024 por Erica Wiggenhorn. Todos los derechos reservados.
NUESTRAS CREENCIAS
Si la vida se siente increíblemente difícil, haz clic aquí para acceder a nuestros recursos de consejería y asesoramiento.
Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.