El peligro de la deriva
Sharon Jaynes
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)
Me sacó del hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso; asentó mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos. Salmo 40:2 (LBLA)
Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás. Filipenses 2:4 (NVI)
Pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte! Salmos 91:4 (NVI)
Así que aliéntense y edifiquense unos a otros, tal como ya lo hacen. 1 Tesalonicenses 5:11 (NTV)
—Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho. Lucas 1:38a,b (NVI)
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!. Efesios 2:4-5 (NVI)
—No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—. Lucas 1:30 (NVI)
Tengo la plena seguridad y la esperanza que jamás seré avergonzado, sino que seguiré actuando con valor por Cristo, como lo he hecho en el pasado. Y confío en que mi vida dará honor a Cristo, sea que yo viva o muera. Filipenses 1:20 (NTV)
«Mi presencia irá contigo, y Yo te daré descanso», le contestó el SEÑOR. Éxodo 33:14 (NBLA)
El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el SEÑOR. Proverbios 16:9 (NVI)
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)
—Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti. Así que el hombre se fue y proclamó por todo el pueblo lo mucho que Jesús había hecho por él. Lucas 8:39 (NVI)
pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo—dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. ¡El Salvador—sí, el Mesías, el Señor—ha nacido hoy en Belén, la ciudad de...
Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene. Salmo 63:8 (NVI)